luces de neón entre tus piernas reflectantes,
el ardiente sudor de tu nuca,
el ritual de los amantes,
mis pasos melódicos arrimándose a los tuyos.
La explosión de tus labios sisea en mi garganta
como una cerilla apagada en tu boca húmeda.
Ardiendo nuestras almas
Ya no importan los demás,
estamos solos.
Cierra los ojos,
roza mi piel con las yemas de tus dedos
y bésame otra vez.
No me pidas que te llame,
(te invitaré a otra copa...)
Desnúdame con la mirada,
(contémonos mentiras)
y antes que amanezca
entre soplidos en mi oreja
susúrrame tu nombre...
Bautizaré con tu nombre de olvido...
En una batalla a tiros
esta noche ardiente.
residuos por la mañana,

volando en espiral de noche me perdí
al percibir tus alas negras.
Salpicando nocturnidad
por todo nuestro cuerpo,
en toda la ciudad...
habrá un eclipse infinito.
Y si me dejas
me retorceré
como una mariposa
en el alfiler.
Cuando calles vas a entender
que el silencio aguarda
y se arrodilla desde ayer
rogando que seamos beso.
Y si me dejas
seré el sin igual
funambulista andando
sobre el hilo dental..."

(Sidonie)