
Tengo marcado
con yagas de fuego,
el día que todo acabó,
en mi memoria
lo he esculpido
el día que todo acabó,
en mi memoria
lo he esculpido
como en mármol.
Tu rostro expectante
en mi demorado hastío,
el ruidoso pánico
devorando al unísono
nuestros gastados corazones.
Tu voz,
frágil de Bohemia,
quebrándose...
Muriendo
Tu rostro expectante
en mi demorado hastío,
el ruidoso pánico
devorando al unísono
nuestros gastados corazones.
Tu voz,
frágil de Bohemia,
quebrándose...
Muriendo
en un ahogado susurro.
Súplica fallida por comprender.
En mi memoria
he tallado como a la piedra
el día que todo acabó.
El silencio absorto y dilatado
de los poros sudorosos
de mi piel.
El número 2
Se marchaba,
tus dos lágrimas
apuntando coordenadas inexactas.
El amor,
salvaje,
huía de mi ser
creyendo que no era su lugar,
equivocado...
Dos palabras tibias,
fueron suficientes,
para excusar eternamente
mi imperdonable cobardía...
Lo siento...
Lo siento...
una y otra
y otra vez.
Y de la nada,
un río caudaloso
se asomó indomable,
cabalgando desbordado
sobre mis retinas,
infestadas de dolor
corroían mis mejillas.
Y la gente...
y sus pasos...
y tu abrazo firme,
hambriento de mil llanto,
dispuesto a solventar la derrota,
como si tu acabaras
con ese 2.
Yo,
era quien te mataba,
a sabiendas,
con el pulso raquítico,
patético,
del que solo conoce la vida
de la mano
del arrepentimiento eterno...

En mi memoria
he tallado como a la piedra
el día que todo acabó.
El silencio absorto y dilatado
de los poros sudorosos
de mi piel.
El número 2
Se marchaba,
tus dos lágrimas
apuntando coordenadas inexactas.
El amor,
salvaje,
huía de mi ser
creyendo que no era su lugar,
equivocado...
Dos palabras tibias,
fueron suficientes,
para excusar eternamente
mi imperdonable cobardía...
Lo siento...
Lo siento...
una y otra
y otra vez.
Y de la nada,
un río caudaloso
se asomó indomable,
cabalgando desbordado
sobre mis retinas,
infestadas de dolor
corroían mis mejillas.
Y la gente...
y sus pasos...
y tu abrazo firme,
hambriento de mil llanto,
dispuesto a solventar la derrota,
como si tu acabaras
con ese 2.
Yo,
era quien te mataba,
a sabiendas,
con el pulso raquítico,
patético,
del que solo conoce la vida
de la mano
del arrepentimiento eterno...

Aquel
día
dejamos
de
ser
2
5 comentarios:
Hola, J.L. en los Afelios, gracias por tu poesía tan evocadora. Gaby del espejo vacío me puso en la pista de tus versos y desde entonces te leo, pero nunca me había atrevido a dejar mis palabras sin rima ni ritmo en tu blog. También es cierto que soy nueva en esto de bloguear y ando despistada
con su manejo.
Y aprovecho para decirte que también me gusta perderme por una ciudad que no conozco, caminar para pensar, amar y que me amen, leer y leer..., reír, sonreír y hacer fotos. Un beso
Yo creo que todos estaremos deacuerdo en que las palabras son bienvenidas con rima o sin ella mientras salgan del corazón, como este poema que aunque triste seguro nos trae a todos a la memoria, o porlomenos a mi si, de nestras grandes historias de amor que aunque algun dia acabaron, nos cambiaron la vida y siempre tendran rastro en nuestros corazones. ¿me equivoco? :) un beso insomne de buenas noches a todos...
Y con cada lágrima un trozo de alma perdiéndose para siempre en el recuerdo de lo que ya no podría nunca volver a ser. Y dolor, y una herida por la que se nos escapa el mundo, y el corazón quebrándose en trozos, y el mundo diferente para siempre.
Una unidad rompiéndose en dos y fragmento la unidad de un camino en caminos opuestos. Y lágrimas, muchas, infinitas, por precipitación y por goteo.
Marcas indelebles para siempre grabadas a fuego en la memoria.
Es extraño como una etapa de tu vida puede borrarse de tu recuerdo como de si de un soplo de aire sobre ceniza se tratase y sin embargo...
un instante,
jamas se marchas, permanece atado siempre a mi mala cabeza...
Muchas gracias por vuestros comentarios! ME ALEGRA MUCHO SABER QUE LO QUE ESCRIBO LE INTERESA A MAS GENTE A PARTE DE A MI MADRE,JAJA
un beso
JL.
para mi no fue asi.
no tengo recuerdos de cuando le mate,
a pesar de que lo hice.
Bordeé las gotas de agua de cada amante con elcorazón roto,
quizás por mi culpa y mis insaciables ganas de lo desconocido,
quizás porque te quedaste vacío para mi...
y necesitaba vivir.
lo siento.
siento la crueldad de mi dulzura,
y el final sin vuelta atrás
siento haberte hecho el amor en el ultimo adios,
justo antes de marcharme..
despues de la discusión y en medio del cerrar de la puerta,
por la que sabías que jamás volveria...
lo siento.
y te siento ahora,
te recuerdo..
y echo en falta el mundo de aquella forma.
lo siento.
te siento.
lo siento.
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