
A veces soy capaz incluso de olvidarme de ti,
De vivir sin sentir ese vacío que causaste,
de volver a casa soloy no sentir el impulso irrefrenable de escuchar tu voz
aunque sea solo unos instantes.
A veces me siento capaz de todo...
de navegar en mares de agua dulce
que no desembarquen en mi abatimiento,
ni desemboquen en el abordaje triste de la soledad forzada.
Porque no...
te lo voy a decir,
de salir a emborracharme
y follarme a otras mujeres
durante toda la noche,
como si sintiera algo,
de desbordar el río amargo de mi virilidad
sobre sus pieles teñidas de alcohol.
A veces río y siento como si jamas hubieses existido,
y mi gesto intoxicado de dolor
se sumerge en pesadillas arañadas al filo de la realidad intangible.
A veces....
siempre,
a veces...
Pero nunca es siempre,
porque sigues perenne en la relación de todas mis carencias necesarias,
y el agujero invisible de mi pecho
empieza a asomar sus despreciables grietas
sobre mi torso.
Y los hay que me descubren,
abanican su desden de falsa comprensión
sobre mis ojos destintados,
Es difícil portar una mascara de color,cuando todo lo que le rodea esta en blancos anodinos
y negros anochecer.
A veces no sirve de nada.
no sirve porque veo tu rostro de placer
cuando penetro a tientas la revolución
estallada de una mujer embelesada
por el sabor amargo de mi aloe.
A veces me siento despreciable,
naufragado en un mar de ceniza,
sin equipaje,sin un lugar donde escapar...
ni donde permanecer,
Solo.
Solo y lóbrego de equipaje,
continuaré derramando pedazos de aquello que no supe valorar,
buscando un paraje donde atestar mi abismo.
Ya entenderás mi retahíla insufriblede tormentos algún día,
Ahora se que no lo haces,
algún día,Cuando me leas débilmente en esta misiva,
Pero dudo que nunca encuentres esta carta,oculta a gran conciencia bajo una pestaña de la pantallade tu ordenador. o de un idioma demasiado complicado de descifrar