Pulsos y pulsaciones...

Se me congela el pulso en cada excusa,

he roto entre mis manos de icerbegs demasiados cigarrillos

y el mechero se ha estropeado,

ya ni siquiera puedo fumar,

sin ti...

- Yo no dije que fuese a ser fácil,

ni siquiera fue idea mía,

no se porque me estoy excusando,

Joder,
el amor y tú,
sois...

sois como el café y la leche, a veces cortito, para que no me ataque los nervios,

otras me encantáis juntos, por igual... y bien dulce!

pero he descubierto que el café solo no esta nada mal, ¿lo has probado con hielo?

Y que un buen tazón de leche de vez en cuando hace que duermas de puta madre.

Aún me es sencillo recordar

la primera vez que te vi...

Y cuando mi mano temblorosa

te desnudó

y te miró despacio,

recorriéndote,

ejerciendo de lazarillo en la oscuridad.

Con el pelo recogido en forma de fuente renacentista

y cuello manierista...

que no hubiera hecho yo por ti,

si el mundo fuese algo mejor.

- Todo es mejorable, al menos eso dice mi padre,

quise amarte hasta que no me quedara nada mas que dar,

hasta el agotamiento...

ser felices, ser normales y distintos a la vez,

nuestras pasiones y enfermedades;

Cine filia, melomanía.

Follarte los días impares,

sacudir mi sexo endeble contra tus piernas.

Hacerte el amor los pares,

mirándote a los ojos,

despacio, sin parpadear,
hasta caer dormidos de placer...

Creí asomarse la oscuridad,

miré raudo y fugaz

y resultó que era el sol en lugar de las cavernas.

Bajé la guardia de terciopelo...

y no te vi,
sentí el pánico absoluto,
mi percepción histriónica erró,

Y vagó solo desde entonces...

- ¿Sabes? Jamás me importo nada,

los "nada de promesas ni planes" ni tus desfases,

ni tus rarezas, ni tus excentricidades absurdas,

¡¡tu dramatismo maldito!!

Creyendo que la vida era una puta obra de Shakesperare

y Julieta iba a estar esperando a suicidarse por ti al mas mínimo imprevisto...

¿En que mundo vives? Lloré por ti, esperé, soñé,

todo eso mientras tu te encontrabas a ti mismo.

Vivo allá donde la lluvia se perdió

y no encontró salidas.

Vivo cerca del mar,

sobreviviendo a los naufragios

sin rescate.

No me imagines,

ya sabes,

cazando en los bares,

viviendo deprisa...

Soy el afán incorruptible

de lo que yo mismo perdí.

- Y ahora, después de todo, ¿que pretendes que haga?

¡Dime! ¿Me olvidaras algún día?

...

... Te olvidaré todos los días.